Los títeres de sombras realizados eran para el espectáculo "CuatroHojas y la Máquina Fantabulosa" de la compañía Producciones Quiquilimón.
El encargo era realizar un gran árbol y varios personajes. Los dos personajes principales llevarían articulada la cintura y uno de los brazos, el resto (personas, animales y seres fantásticos) serían sin articulaciones.
En cuanto al árbol, un baobab, fue la pieza más complicada, ya que en la historia hablaba y en cierto momento abría el tronco para mostrar “su corazón” repleto de tesoros. El efecto conseguido para hablar fue hacer que moviese las ramas. Para mostrar el corazón el tronco de árbol estaba realizado en dos partes que se deslizaban horizontalmente.