¿Tienen vida propia los objetos? ¿Nos miran? ¿Quieren comunicarse con nosotros?
No, no estoy reflexionando sobre la inspiración y lo que nos sugieren los objetos en un proceso creativo.
Es algo más prosaico.
Hace unos días estaba en el taller en plena vorágine museística y al abrir unas cajas que contenían soportes para colgar telas, las vi. En cada una de las tres cajas había dos caras expectantes que me miraban. Eran de plástico gris.
No sé si estaban aguantando la risa en espera de ver la expresión de mi cara al tener que montar algo de IKEA, o era porque no sabían si yo las colocaría en el lugar adecuado.
De momento salen en una foto de este blog.